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Mensaje  Mapache Mar Mayo 13, 2008 9:43 pm

HIGIENE DE LOS CENTROS SANITARIOS: MEDIDAS DE PREVENCIÓN DE LA INFECCIÓN HOSPITALARIA. NORMAS DE SEGURIDAD E HIGIENE. CONCEPTO DE AISLAMIENTO EN EL HOSPITAL: PROCEDIMIENTOS DE AISLAMIENTOS Y PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES


HIGIENE EN LOS CENTROS SANITARIOS

1. Higiene en centros: Conceptos generales.

1.1. Conceptos generales.

Se puede definir el término higiene como la ciencia que pretende la conservación y mejora de la salud individual y colectiva, ya sea actuando sobre los hábitos personales, sociales y laborales o sobre los aspectos medio ambientales.

La higiene estudia los medios sanitarios y sociales precisos para conservar, incrementar y restaurar al máximo la salud física, mental, social de la persona y de los grupos de población. Actúa sobre los factores personales o ambientales susceptibles de ejercer una acción nociva sobre el desarrollo, la salud y el bienestar de las personas.

1.2. Higiene hospitalaria.

Las medidas de higiene deben ser controladas tanto en los centros de Asistencia Primaria como en los de Asistencia Especializada, pero es en ésta última (hospitales), donde es necesario un control más exhaustivo.

En el hospital, muchas de las medidas de higiene recomendadas tratan de evitar la aparición de las infecciones nosocomiales u hospitalarias, ya que la posibilidad de transmisión de enfermedades infecciosas se incrementa notablemente por la afluencia masiva de personas y su interacción: Pacientes, visitas y personal; por la propia patología de los enfermos y por las superficies y objetos contaminados. El estudio de todos estos factores se denomina epidemiología intrahospitalaria, y sus conclusiones permiten adoptar las medidas de higiene y los protocolos de actuación que eviten la aparición de las infecciones.

Entre las medidas que se toman para la prevención de infecciones están: Limpieza, desinfección, esterilización, higiene personal, uso adecuado de los desinfectantes, antisépticos, el empleo de medidas de barrera (batas, guantes…), normas de prevención y cuidado de los dispositivos intravenosos, sondas y drenajes y el respeto de los protocolos establecidos por las diferentes áreas hospitalarias.

En la actualidad se ha producido un incremento de las infecciones hospitalarias. Se dan con una frecuencia del 40 % en las vías urinarias, del 25 % en los tejidos blandos y del 15 % en las vías respiratorias; el resto se produce entre las infecciones cutáneas, tromboflebitis y sepsis. La incidencia oscila entre el 5 y el 16 % de los enfermos ingresados.

2. Medidas de prevención de la infección hospitalaria. Normas de seguridad e higiene.

Las medidas de Prevención están enfocadas a la protección de la comunidad o del individuo ante las enfermedades infecciosas o transmisibles.

Generalmente ante un ingreso hospitalario, se desconoce que existen posibilidades de adquirir una infección hospitalaria o nosocomial, no atribuible al motivo de su ingreso.

Se denomina infección nosocomial a aquella infección que el paciente adquiere durante su permanencia en un hospital, haga su debut allí mismo o bien posteriormente en su domicilio. El periodo de incubación puede ser corto (dos o tres días) o muy largo, como varios meses (por ejemplo en una hepatitis B). Se define como infección hospitalaria cuando se ha adquirido durante un ingreso hospitalario, aunque la manifestación clínica se manifieste a largo plazo.

Las medidas de prevención de la infección hospitalaria irán encaminadas a actuar sobre las causas y los factores que desencadenan la infección. La infección nosocomial la puede desencadenar múltiples factores:

Pacientes con defensas disminuidas, (quemados, medicación, Inmovilizaciones, alteraciones fisiológicas, etc.)

Pacientes con enfermedades transmisibles, ejemplo SIDA.

Empleo de maniobras agresivas, por ejemplo sondajes, cateterismos, intubación traqueal, cirugías, transfusiones, etc.

Fallos de higiene hospitalaria, en la limpieza, desinfección y la esterilización.

El personal de enfermería se encuentra directamente implicado en el proceso de disminuir la aparición de las infecciones hospitalarias, tanto desde el punto de vista de la consiguiente complicación en añadir una infección a un enfermo ingresado, como el coste por proceso que se dispararía, como prolongar estancias hospitalarias, aumento de medicación antibiótica, complicaciones propias de la infección nosocomial, etc.

Un dato importante con respecto a la estadística de las infecciones nosocomiales es la frecuencia, en un hospital de pacientes agudos la frecuencia de infección oscila de 3,5 al 15% o más de los ingresados. De la información recogida en los grandes hospitales de nuestro país, se detecta que se superan los índices más elevados, siendo por tanto, una proporción importante los enfermos infectados.

La sepsis hospitalaria se manifiesta generalmente en cuatro puntos:

Orina del 30 al 40%.

Heridas del 10 al 30%.

Infecciones respiratorias del 12 al 25 %.

Infección bacteriana del 1 al 13%.

La mortalidad por infección nosocomial es igualmente apreciable en cifras absolutas, considerándose que el 1 % de infectados muere a consecuencia directa de la infección.

Vista la importancia en la prevención de infecciones hospitalarias, se hará especial hincapié en las medidas de prevención hospitalarias.

Las medidas de prevención irán encaminadas:

Sobre la fuente de infección.(diagnóstico precoz, enfermedades de declaración obligatoria, medidas de aislamiento, quimioterapia, desparasitación, desinfección concurrente, etc.)

Sobre los vehículos de infección (medidas, por ejemplo, de saneamiento, como el control de alimentos, abastecimiento de agua potable, etc.

Sobre el huésped suceptible, actuando sobre todo en vacunación, seroprevención y quimioprofilaxis.

Por último señalaremos la importancia de las medidas de higiene hospitalaria, donde nos detendremos a pormenorizar las medias de esterilización, el lavado de manos y los tipos de lavado de manos que existen y por último nos detendremos en las medidas de prevención en catéteres intravasculares y catéteres urinarios.

2.1 Esterilización.

El material que va a estar en contacto con la piel o mucosas no intactas, así como instrumentos que se introduzcan directamente en vasos sanguíneos o zonas habitualmente estériles, deberán estar libres de microorganismos, para lo cual se utiliza la esterilización.

2.2. Lavado de manos.

Está demostrado que las manos del personal sanitario es el principal mecanismo de transmisión de los microorganismo. Por lo tanto, hay que concienciar al personal sanitario de que el lavado de manos adecuado desciende notablemente la incidencia de las infecciones nosocomiales, con el consiguiente ahorro tanto en morbimortalidad como en costes económicos por aumento del tiempo de estancia hospitalaria, así como de los medicamentos empleados para tratar la infección.

El lavado de manos debe hacerse tan frecuentemente como sea necesario.

Por términos generales debe realizarse:

- Al comenzar y finalizar la jornada laboral.

- Antes y después de tocar a un enfermo.

- Después de manipular ropa u objetos sucios.

- Cada vez que se hagan distintos procedimientos, como cambio de bolsas de catéteres o drenajes, o colaboración con la enfermera de curas o procedimientos que requieran asepsia.

- Después de la realización de actos personales, como después de comer o ir al baño, etc.

2.2.1. Tipos de lavado.

Lavado de manos común o higiénico. Consiste en:

- Prelavado con agua y jabón durante 30 segundos.

- Abundante aclarado.

- Lavado con agua y jabón durante 30 segundos.

- Aclarado y secado con toalla de papel desechable.

Lavado de manos asistencial:

- Se enjabonan las manos minuciosamente aplicando el jabón en ambas: Dorso, yemas de los dedos, espacios interdigitales y muñecas. Se utiliza preferentemente jabón antiséptico.

- El tiempo de lavado debe oscilar entre 1 y 3 minutos. Posteriormente se realiza el aclarado con agua abundante y se seca con una toalla desechable. Este tipo de lavado se utiliza preferentemente en zonas del hospital donde los pacientes poseen un mayor riesgo de infección, como la U.C.I., cuidados neonatales, unidades de transplantes, etc.

Lavado de manos quirúrgico. Consiste en:

- Prelavado de manos y antebrazo con agua y jabón antiséptico.

- Las manos deben mantenerse más altas que los codos.

- A continuación, se frota la superficie cutánea desde la yema de los dedos hasta el codo.

- Se debe utilizar un cepillo para las uñas y palmas, pero no para el resto de las manos, con objeto de evitar lesiones cutáneas.

- Abundante aclarado.

- Por último, se procederá al secado con toallas estériles: Una para cada antebrazo y una para cada mano.

Igualmente, debe resaltarse que es preciso antes del lavado, desprenderse de relojes, pulseras, anillos y que las uñas deben mantenerse cortas.

Por último, recordar que el uso de guantes no dispensa del lavado de manos; al contrario, lo exige.


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Mensaje  Mapache Mar Mayo 13, 2008 9:43 pm

2.3. Catéteres intravasculares.

Los catéteres intravasculares suponen una vía de entrada para los microorganismos. La infección puede darse al nivel de la herida producida por su inserción, a través de la luz del catéter o bien por la contaminación de los líquidos infundidos.

Los cuidados de los catéteres corre a cargo de los enfermeros. No obstante la Auxiliar de Enfermería deberá comunicar a los mismos cualquier anomalía observada.

El microorganismo más frecuentemente aislado en las infecciones subcutáneas (a través de la herida para introducir el catéter) es el denominado Staphylococcus coagulasa negativo.

2.4. Catéteres urinarios.

El riesgo de producir infección urinaria por un cateterismo vesical es de un 1-4 % por arrastre con la sonda de los microorganismos que colonizan la uretra, tanto en el hombre, como en la mujer.

En el caso de pacientes sondados permanentemente, el sistema preferible a utilizar será de sistema cerrado, ya que el sistema abierto condiciona que la mayoría de los enfermos desarrollen una infección urinaria al poco tiempo. Con el sistema cerrado, se minimiza el riesgo hasta un 50 % o más.

Los cuidados imprescindibles para evitar la infección urinaria consisten en:

- Lavado de la zona perineal al menos, una vez al día.

- Aplicación de una solución antiséptica en el meato urinario.

- Vaciar la bolsa recolectora regularmente.

- Educación del paciente para que no lleve la bolsa colectora a mayor altura de la vejiga.

- Evitar que la bolsa colectora se caiga al suelo y se contamine.

3. Concepto de aislamiento y prevención de enfermedades transmisibles.

3.1. Aislamiento.

Existen determinados pacientes que necesitan aislamiento debido a su enfermedad infecciosa altamente transmisible a otros pacientes o al propio personal sanitario.

Las medidas de aislamiento consisten en la interposición de barreras: Físicas o químicas, entre la fuente de infección y el sujeto expuesto.

En todos los sistemas de aislamiento se contemplan estos puntos fundamentales:

Lavado de manos.

Uso de guantes: Nunca debe sustituir al lavado de manos, siendo necesario éste antes y después del uso de guantes.

Habitación individual. Si ésto no se pudiera, se procederá a la agrupación de casos iguales en la misma habitación.

Uso de mascarillas. Deben cubrir las fosas nasales y la boca. Son mejores las usadas en quirófano que las de algodón papel.

Batas, calzas y gorro. La bata desechable debe usarse ante la posibilidad de salpicaduras o realización de procedimientos invasivos. No se ha demostrado aún la eficacia del uso de las calzas y el gorro, por lo que su uso queda restringido a aquellos pacientes sometidos a aislamiento estricto.

3.2. Tipos de aislamiento.

Las categorías de aislamiento han sido revisadas en varias ocasiones por el CDC (Centro de control de las enfermedades de Atlanta), quedando establecidas en 1984 las siguientes categorías:

Estricto.

El aislamiento estricto está indicado en la prevención de la transmisión de enfermedades altamente contagiosas y que son fáciles de propagar por contacto con el paciente o con objetos inanimados utilizados por él. En este tipo de aislamiento es necesario:

- Habitación individual.

- Bata, guantes y mascarilla.

- Lavado de manos antes y después de entrar en la habitación.

- Todo el material contaminado (todo lo utilizado por el paciente), deberá meterse en doble bolsa. Sería deseable que la ropa fuera de un único uso.

- Apósitos, compresas, gasas (todo lo utilizado por los profesionales sanitarios), deberá meterse igualmente en doble bolsa y se eliminaran según las normas dadas por la Comunidad Económica Europea para la eliminación de residuos sanitarios.

Entre las enfermedades que requieren este tipo de aislamiento se encuentran:

Difteria.
Peste neumónica.
Varicela.

Respiratorio.

El aislamiento respiratorio está indicado en los casos en que la propagación de la enfermedad se produce a través de la vía aérea. Será necesario:

- Habitación individual con filtros de aire.

- Lavado de manos antes y después de entrar en la habitación del paciente.

- Uso de mascarilla.

- El material desechable utilizado por el paciente deberá meterse igualmente, doble bolsa.

Las enfermedades que requieren este tipo de aislamiento son:

Eritema infeccioso.
Meningitis por Neumococo meningítidis o H. Influenzae.
Rubeola.
Tosferina.
Tuberculosis pulmonar y laríngea.
Inmunodeprimidos.

Contacto.

El aislamiento de contacto es necesario cuando la infección puede propagarse a través de los fómites, personal sanitario y material que se utilice con el paciente.

No es preciso la habitación individual en todos los casos, ni la utilización de mascarilla.

Sí es necesario:

- Lavado de manos.

- Uso de guantes y bata (en el caso de que el riesgo de contaminación sea alto).

- Apósitos y material no textil en doble bolsa.

Las enfermedades que requieren este tipo de aislamiento son:

Forunculosis.
Herpes simple mucocutáneo.
Quemaduras de menos del 25 %.
Sarna.
Shock tóxico.
Úlceras por decúbito.
Infecciones respiratorias agudas en niños.

Entérico.

El aislamiento entérico está indicado en la prevención de la propagación de enfermedades infecciosas cuya fuente de transmisión sea la vía fecal-oral, es decir, por contacto con las heces infectadas o con los objetos contaminados por éstas.

Tampoco precisa de aislamiento en habitación individual, salvo en infecciones por la bacteria del cólera o en unidades de deficientes mentales. Es necesario:

- Lavado de manos.

- Desinfección de excretas y del material en contacto con las heces.

- Uso de guantes y/o bata, si se toca al paciente.

- Ropa y residuos en doble bolsa.

Aislamiento requerido en las siguientes enfermedades:

Infección por Enterovirus.
Gastroenteritis aguda.
Hepatitis A.
Cólera.

Los derramamientos de fluidos corporales de los pacientes y la desinfección de las superficies contaminadas deberá realizarse con hipoclorito sódico.

El personal de las unidades donde se atiendan a pacientes con sarampión, parotiditis o rubeola, deberá ser vacunado si no se demuestra que poseen títulos de anticuerpos que les hagan inmunes contra estas infecciones. Las mujeres embarazadas deberán ser retiradas de estas unidades.
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